¡EL MONSTRUO DE LA CANCIÓN TRIUNFA EN EL BILBAO ARENA!
Este sábado, el mítico Raphael volvió a demostrar por qué sigue siendo una leyenda viva de la música en español. Con una sonrisa radiante y una energía arrolladora, el artista linarense conquistó a las 3.333 almas que llenaron el pabellón de Miribilla en Bilbao, en una noche que quedará grabada en la memoria de todos los asistentes.
Por segunda vez en dos años, Raphael presentó su disco Victoria en este escenario, y desde el primer momento la conexión con el público fue absoluta. Recibió la ovación inicial con humildad y complicidad, demostrando ese carisma cercano que lo ha acompañado a lo largo de su carrera. Y, como era de esperar, el espectáculo fue una auténtica celebración de la música y la vida.
Durante 123 minutos y un repertorio de 29 canciones, el público coreó, se contoneó, se puso en pie para ovacionarle y, sobre todo, disfrutó sin reservas. Raphael regaló momentos inolvidables con su inconfundible voz y su interpretación apasionada, logrando que Miribilla vibrara con clásicos atemporales y temas más recientes.
El clímax llegó con un bis muy especial: el artista cerró la noche con un fragmento a capela de A mi manera, rindiendo homenaje a Sinatra y sellando el concierto con un beso lanzado a la cámara, proyectado en la pantalla central para el delirio del público.
Raphael se marchó feliz, y con él, un público más joven de lo habitual, con generaciones que descubren y redescubren su legado. Miribilla vivió una de las noches más memorables del año, porque cuando Raphael canta, no solo interpreta canciones, sino que reparte felicidad.
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